A veces tan al azar como la vida misma, las circunstancias
pueden conspirar en contra tuya y en menos de lo que esperas puedes acabar en
una situación bastante devastadora.
Así me ocurrió a mí la semana pasada; del domingo hasta el
viernes, se convirtió en el septenario del Apocalipsis.
No puedo evitar pensar que esto pudo no haber pasado, pero
dadas las circunstancias era inevitable el desastre
Puedo recordar claramente como empezó todo; en un típico
domingo trotando por ahí, un ladrillo enviado por los demonios y castigadores
del infierno para arruinarme fue colocado minuciosamente en mi camino para
hacerme tropezar… lastimosamente, lo consiguieron los desgraciados. Un tropezón
fue suficiente para dejarme en el hospital.
"Solo fue un esguince tienes suerte" dijo el gordo
de las radiografías (si maldito pura suerte, ya te rompo una pierna a ti,
cabrón).
Y así comienza una semana cataclísmica, definida por la mala
suerte, peleas, problemas, destrucción, periodos menstruales, misas, fue
horrible... Será que el universo quiere joderme? O acaso quiere que a todos les
vaya mejor que a mi?? No importa cual sea el caso… los odio a todos. Salta a la
vista que no hay nadie a quien pueda culpar... solamente a Dios, así que
dedicare lo que me queda de esta semana para cometer los 7 pecados capitales y
quemar iglesias, Dios pagará por esto... se que es su culpa, estoy seguro de
que en este momento debe estar riéndose de mí, mientras acaricia su extensa
barba y mira Jackass desde su televisor eclesial, que envidia me da
Bueno, solo hay algo que me reconforta... es la peor semana
de mi vida... hasta hoy
Todo lo que leas en esta página esta escrito en modo de
broma, nada es en serio, estas advertido.
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